Editoriales

FONPLATA, 45 años llevando el desarrollo más cerca de la gente

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Foto: FONPLATA

Tengo la suerte de haber estado al frente de FONPLATA durante una de las etapas más significativas de la historia de este organismo. La institución que hasta hace poco fue un fondo financiero, en pocos años la hemos transformado en un banco de desarrollo regional ágil y moderno que ya se posiciona al mismo nivel que otras multilaterales que operan en la región. 

Además, tengo la suerte de estar aquí en un momento que marca un importante hito en la historia institucional: los 45 años de FONPLATA. Son muchas las cosas que han pasado en nuestros países miembros (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) durante estas cuatro décadas y media, pero también es mucho lo que hemos progresado, aunque aún tenemos grandes desafíos por delante.

Cuando se firmó el Convenio Constitutivo de FONPLATA, el 12 de junio de 1974, la población de estos cinco países sumaba poco más de 140 millones de personas. Desde esa fecha para acá, la población casi se ha duplicado hasta llegar a más de 275 millones de habitantes, según los últimos datos disponibles (Banco Mundial). 

Este crecimiento de la población ha generado nuevas demandas, nuevas necesidades y nuevos problemas. Pero también nuevas maneras de enfrentar estos desafíos, así como nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, tanto para los países como para las personas.

De hecho, a pesar de los vaivenes y las épocas muy duras que se vivieron en algunos de ellos, la evolución de estos 45 años muestra que los cinco países han mejorado de manera notable, tanto en sus indicadores sociales como en los económicos.

Por ejemplo, en 1974 la expectativa de vida promedio era de poco más de 50 años. Actualmente, los cinco países sobrepasan los 70 años y algunos de ellos ya están cerca o por encima de 80. Esto es un indicio de las mejores condiciones de vida, de salud y de trabajo que se han logrado gracias a las reivindicaciones sociales y las políticas que se han puesto en marcha para darles respuesta.

Los datos del Banco Mundial indican que la mortalidad infantil se ha reducido considerablemente, gracias a políticas eficientes de atención a los infantes y a las madres, tanto en la prevención del embarazo en grupos vulnerables (como las adolescentes), así como campañas de educación sexual, además de mejores protocolos para atender a las madres y a los bebés en el primer año de vida. En 1974 morían entre 49 (Uruguay) y 130 (Bolivia) infantes por cada mil nacidos vivos. En 2017 (último dato disponible) la cifra es de entre 7 y 28 para los mismos países. 

Aunque en los años previos a la fundación de FONPLATA, ya nuestros países miembros habían hecho grandes progresos en el terreno de la alfabetización, el hecho es que esos esfuerzos no se detuvieron, y de estar entre el 63% (Bolivia) y el 93% (Uruguay) de la población en 1974, en 2017 las cinco naciones ya tenían a más del 92% de la población alfabetizada, con Argentina a la cabeza con 99% de la población. 

Caso similar es el de la educación primaria. De los cinco países, Paraguay era el que tenía menor tasa de escolaridad en 1974 (78%). Hoy en los cinco países el dato supera el 90% en todos los casos. Con Argentina y Uruguay al frente, con la casi totalidad de los niños en edad escolar inscritos en la educación primaria, que dura entre cinco y seis años, según el país. 

En cuanto a la pobreza, la tendencia general en los cinco países es a la baja, y de haber pasado del 50 o 60% de la población en algunos casos, hoy se ubica por debajo del 30%. Este es, claramente, uno de los frentes en los que aún hay mucho por hacer, pero en el que los progresos han sido evidentes. 

El crecimiento de las economías también es claro en los datos, con Paraguay y Bolivia a la cabeza de este grupo, pero también en los primeros lugares de Sudamérica y América Latina. Desde 1974 el Producto Interno Bruto per cápitade estas cinco naciones ha crecido entre más del 50 y el 200%, según el caso. Este indicador se multiplicó por seis en Bolivia y Argentina, y casi por diez en el caso de Uruguay, según los indicadores que maneja el Banco Mundial

Uno de los desafíos para el futuro de estos países y las instituciones internacionales de desarrollo es el claro crecimiento de la población urbana. Mientras en 1974 se ubicaba entre el 38% de la población total, en el caso de Paraguay, y el 83% en Uruguay, hoy varía entre 61 y 95%, con Brasil y Argentina rondando el 90% y Bolivia con poco menos de 70%. 

Si esta tendencia se mantiene, el futuro de nuestra región será urbano, y eso genera demandas importantes de parte de la población de las ciudades, pero también el reto de no descuidar la población rural y sus necesidades básicas.

Lo que quiero rescatar con estas líneas es que FONPLATA con su renovada estrategia y apoyo de sus países miembros apuesta a incrementar aún más su relevancia acompañando las agendas de desarrollo de nuestros países. 

Solo en los últimos seis años, hemos aprobado más proyectos que en los 39 años anteriores en la historia de la institución por un monto superior a todos los préstamos concedidos desde 1974, hemos firmado importantes alianzas con otros bancos de desarrollo y hemos abierto la puerta a la llegada de nuevos socios.

Como decía al principio, es mucho lo que nuestros países miembros han logrado a lo largo de estos 45 años. Nuestro trabajo, y mi compromiso, es poner a su servicio una institución fuerte y confiable que acompañe en todo lo que falta por hacer y en lo mucho que aún podemos lograr. 

Texto publicado originalmente en la columna mensual de Juan E. Notaro en el Huffington Post.

30/06/2019